La traducción jurídica es probablemente la disciplina más compleja, con un alto nivel de exigencia de conocimientos lingüísticos y jurídicos. Cada término de un texto legal posee una trascendencia vital, por lo que el traductor debe conocer al detalle los conceptos legales con los que trabaja.
Además, este tipo de textos tiene un denominador común: serán examinados al detalle, lo que aumenta si cabe el rigor necesario. Cualquier error en la traducción jurídica puede tener consecuencias muy graves para la empresa o la persona que la encarga, incluidas grandes pérdidas económicas. La traducción jurídica no admite errores. Debe ser precisa y fiel al original. La intervención de profesionales del derecho resulta, por tanto, esencial.
Otra dificultad añadida son las diferencias existentes entre los ordenamientos jurídicos de los países. El sistema jurídico de países cercanos a España (Francia, Portugal, por ejemplo) surge del derecho romano y las diferencias son menores. Sin embargo, en otros países (Estados Unidos, Reino Unido o China) las diferencias culturales son mayores y se ven reflejadas en ordenamientos jurídicos con importantes diferencias.
Para garantizar la fidelidad y precisión en las traducciones jurídicas o legales y conseguir transmitir correctamente el mensaje del documento original, nuestra red de profesionales cuenta con traductores jurídicos expertos en derecho. Todos los profesionales que intervienen en las traducciones jurídicas y legales cuentan con amplia experiencia en el campo del Derecho y la mayoría han trabajado directamente en el sector como abogados. Además, como es norma en LCP Translatis, traducen solo a su idioma materno, son licenciados en Traducción y muchos poseen titulación en Derecho, además de contar con conocimientos exhaustivos en los dos ordenamientos jurídicos con los que trabaja.
Podemos ofrecer traducciones jurídicas en español, inglés, francés y resto de idiomas principales.
Las diferencias entre los ordenamientos jurídicos de la lengua origen y meta constituyen el mayor obstáculo, de ahí la importancia de confiar en traductores con experiencia en derecho y conocimientos en ambos sistemas jurídicos.
El traductor jurídico está especializado en su campo y a sus espaldas lleva años de experiencia laboral en el campo legal. En LCP Translatis, procuramos asignar siempre el mismo equipo de traductores jurídicos a cada cliente. De esta forma, tanto el traductor como el cliente se benefician del trabajo conjunto, reduciendo al máximo los contratiempos y problemas que pueden surgir cuando para cada proyecto de un mismo cliente se asignan traductores diferentes.
Dado el alto nivel de profesionalidad y especialización requerido para una perfecta traducción jurada al inglés, francés o cualquier otro de los idiomas principales, elegir una empresa de traducción jurídica que garantice la excelencia en su trabajo se antoja fundamental. Contacta con LCP Translatis para conocer tarifas y precios en traducción jurídica y metodología de trabajo.
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